En esta nueva entrada de la serie Meteorología para principiantes, queremos continuar descifrando las claves básicas para observar y predecir el tiempo. En la anterior entrada de nuestro blog, habíamos descrito de forma breve los anticiclones, las borrascas y los tipos de masas de aire que los separan, es decir, los tipos de frentes. En esta nueva entrada, continuamos analizando las características de los anticiclones, frentes y borrascas y las pistas que nos dan cuando observamos el cielo.

La rutina del observador meteorológico aficionado
Condensar la cantidad de información meteorológica que se observa diariamente es, en la práctica, imposible de conseguir. La atmósfera sigue su propia rutina y como todas las rutinas, hay patrones que se van repitiendo. Creemos que la mejor manera de coger práctica en la observación meteorológica es seguir una serie de pasos en un orden determinado para poder entender cómo funciona la ‘rutina’ de la atmósfera.

En los siguientes puntos os resumimos una manera de observar el tiempo de forma rutinaria. No importa el momento en que se sigan estos pasos, cualquier momento es bueno para observar el tiempo:
- Observa el cielo en una zona lo más despejada posible. Si esto no es posible, consulta las últimas imágenes de satélite. ¿Hay muchas nubes o pocas nubes? ¿De qué tipo son?
- Consulta la red de estaciones disponible en tu región para ver la distribución de temperatura, humedad, viento y precipitación tanto para el momento actual como en las últimas horas para averiguar tendencias: ¿ha subido o ha bajado la temperatura? ¿Ha llovido? ¿Cómo ha variado la presión? ¿Ha hecho mucho o poco viento?
- Analiza el mapa de frentes para el momento actual (análisis en superficie). La distribución de anticiclones, frentes y borrascas ayuda a entender la atmósfera actual.
Nota: las observaciones vía satélite ofrecen una gran variedad de productos. Te recomendamos que, además de observar con la vista, observes con satélite los denominados canales VIS (visible) durante el día e infrarrojo (IR) por la noche.
Probablemente surjan algunas dudas sobre los puntos anteriores. Observar el cielo siempre es necesario pero, ¿qué tipos de nubes hay? ¿Cómo se identifican? Os explicamos los tipos de nubes más comunes a continuación.
Tipos de nubes
Las nubes son la manifestación visual del aire que está saturado de humedad (100%) y por tanto, se condensa. Las condiciones ambientales de viento, humedad, temperatura y presión harán que las nubes evolucionen de una manera u otra. Por ejemplo, si el viento es fuerte, las nubes viajarán rápido y viceversa. Si hay mucha humedad ambiental, la tendencia de las nubes será a crecer o expandirse.
La primera persona en clasificar las nubes fue Luke Howard, gran observador y curioso del cielo. Gracias a él conocemos la estructura de los diferentes géneros nubosos.
Cualquier formación nubosa se manifestará en los primeros kilómetros de la atmósfera, la capa gaseosa que envuelve la Tierra. Las nubes se forman en la troposfera, la cual tiene una altura media de unos 10 a 14 km, en función de la latitud terrestre y tiene unas propiedades físicas (temperatura, presión, viento, humedad) que van variando con la altura. Estos son los principales tipos de nubes:
Nubes del piso bajo
Este tipo de nubes se forman en los primeros 2 km de la troposfera. Pueden tener una forma alargada, estriada u ondulada. Algunos ejemplos son: stratocumulus, stratus, nimbostratus. Suelen indicar humedad alta en superficie o en niveles bajos y son comunes en zonas de montaña.



Nubes del piso medio
Este tipo de nubes se forman entre 2 y 6 km de altura. Algunos ejemplos son altocumulus, altostratus, cumulus. Los altostratus son muy comunes con la llegada de frentes cálidos, mientras que los cumulus pueden indicar la llegada de chubascos y tormentas asociados a frentes fríos.



Nubes del piso alto
Son las nubes que aparecen a más de 6 km de altura. Algunos ejemplos son cirrocumulus, cirrostratus, cirrus o el cumulonimbus, este último la nube reina, que provoca aguaceros y tormentas y viene casi siempre asociada al paso de un frente frío.



El cumulonimbus es la nube que cuesta un poco más de clasificar, ya que su origen procede del cumulus, que tras pasar por diversas fases (humilis, mediocris, congestus) crece verticalmente desde niveles bajos (2-3 km) hasta alcanzar su fase final en el límite de la troposfera (10-12 km). El tope de esta nube, en su fase de madurez, acaba expandiéndose, formando el característico yunque.

Nota: en las descripciones anteriores intentamos dar una visión general de las nubes, su tipología más habitual y algunas pistas que pueden dar sobre el tiempo que va a hacer. Existen varios subgéneros y variantes para cada tipo de nube que no hemos mostrado aquí. Además, la meteorología está plagada de excepciones y los signos de ‘cambio de tiempo’ que muestran algunos tipos de nubes no siempre se cumplen.
Características de los anticiclones y borrascas
Por último, queremos descifrar la estructura de estos sistemas meteorológicos a través de las nubes que generan. De manera sencilla, se pueden enumerar las siguientes características:
Anticiclones
- Generan viento flojo y éste siempre circula en sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte, y viceversa en el hemisferio sur.
- En su interior gobiernan las altas presiones, es decir, presiones por encima del valor normal (1013 hPa).
- En función del valor máximo de la presión, se clasifican en anticiclones débiles (a) o anticiclones fuertes (A), caracterizados respectivamente por una alta presión relativa o por una alta presión.
- En invierno, las nubes asociadas son las típicas nieblas invernales (stratus) o los stratocumulus, además de las típicas temperaturas bajas que provocan heladas. También es posible encontrar nubes cumuliformes en su seno o cumulus de buen tiempo. En verano, averiguar la presencia de un anticiclón es tarea muy fácil, ya que provoca la ausencia prácticamente total de nubosidad y temperaturas elevadas.
- Raramente llevan asociados frentes.
Borrascas
- Generan siempre viento que circula en sentido contrario de las agujas del reloj en el hemisferio norte y viceversa en el hemisferio sur. Son los sistemas meteorológicos que pueden generar rachas de viento fuertes.
- En su ciclo de vida estándar tienen asociado uno o varios frentes cálidos, fríos u ocluidos.
- La intensidad del viento depende de lo profunda que sea la borrasca, es decir, depende de la presión mínima en su centro. También es importante su posición con respecto a otras borrascas o anticiclones.
- Al acercarse el frente cálido, predominan las nubes de tipo medio. Con el paso del frente cálido predominan precipitaciones de carácter débil a moderado y de forma continua.
- Al acercarse el frente frío, predominan las nubes de tipo cumuliforme, así como otras nubes de tipo alto, como los cirrus. Con el paso del frente frío se pueden producir precipitaciones irregulares pero intensas y acompañadas de tormenta, provocadas por cumulonimbus.

En la próxima entrada de nuestro seguiremos comentando más claves de Meteorología para principiantes y os desvelaremos algunas claves básicas de la predicción meteorológica. ¡Hasta pronto!
Referencias
- Observación en superficie y vía satélite: AEMET y EUMETSAT (sat24)
- Conoce más sobre los tipos de nubes y sus variantes: whatsthiscloud
- La Rioja Meteo
- Luke Howard
- Meteorología para principiantes (I)
- Meteorología para principiantes (II)
[…] común de este tipo de energía se puede ver en las nubes de desarrollo vertical, tales como los cumulus o cumulonimbus, aunque existe convección atmosférica sin necesidad de que se formen nubes. Es […]