Volvemos con una nueva entrega de Términos peculiares, esta vez sobre meteorología. Después de los diez primeros conceptos en los que hemos profundizado anteriormente, esta vez nos centramos en un instrumento, el piranómetro, un estado, el punto de rocío, una escala, la de Beaufort, un estudio, la mesoescala, y una magnitud, la vorticidad.
Piranómetro
Es un instrumento meteorológico también conocido como solarímetro y actinómetro que se utiliza para medir la radiación solar que incide sobre la superficie terrestre. Este aparato consiste en un sensor que mide los vatios por metro cuadrado en un ángulo de 180 grados. Existen piranómetros térmicos y piranómetros fotovoltaicos. Ambos ofrecen resultados muy precisos.
Punto de rocío
Se denomina con este término al valor al que debe descender la temperatura que presenta el aire para que el valor de agua empiece a condensarse. Este valor se calcula con los datos de temperatura y humedad. Cuando la temperatura se iguala o baja al punto de rocío, comienza a formarse la niebla y el rocío en los objetos.
Escala Beaufort
Es la escala que se utiliza para medir la velocidad del viento. Se desarrolló en 1805 por el hidrógrafo británico Francis Beaufort, quien quiso crear un sistema empírico para determinar de forma precisa la velocidad que alcanza el viento a partir del estado del mar. Esta escala oscila entre valores de 0 y 12, siendo 0 un estado de calma, entre 0 y 2 kilómetros por hora, y 12 un nivel de huracán con viento que supera los 117 kilómetros por hora.
Mesoescala
Es el estudio que se encarga de analizar los sistemas del tiempo atmosférico que se consideran más pequeños que los pertenecientes a la escala sinóptica meteorológica pero más grandes que los de la microescala de las nubes cúmulos. Sus dimensiones oscilan entre 9 kilómetros y varios centenares. Existen tres subclases de la mesoescala: meso-gamma, meso-beta y meso-alfa.
Vorticidad
Es la magnitud que se utiliza en meteorologia para cuantificar la rotación de cualquier fluido. Se suele denominar con este término a la rotación del aire atmosférico. Hablamos de vorticidad ciclónica cuando este valor se desplaza en sentido antihorario, y anticiclónica cuando lo hace en sentido horario en el hemisferio norte. Esta magnitud es muy útil para pronosticar el tiempo ya que está vinculada a la producción de nubosidad.