Josef Ajram, bróker bursátil y triatleta

Josef Ajram, barcelonés de 37 años, de madre catalana y padre sirio, es un triatleta dedicado profesionalmente al mundo financiero y especializado en la práctica del day trading. Después de trabajar varios años en la Bolsa de Barcellibrojosefona, con 24 años comenzó su pasión por el deporte. Fue entonces cuando su filosofía de vida dio un giro de 180º y pasó a dedicar la misma proporción de tiempo al trabajo que al disfrute personal, lo que le permitió competir en su primer triatlón: el Ironman de Austria 2004. Aquí empezó su camino hacia el éxito deportivo que le ha llevado a participar en numerosas competiciones, ganar varias de ellas e, incluso, llegar a ser seleccionado en 2011 para realizar el Epic 5, consistente en cinco Ironman disputados en cinco días por islas hawaianas.

Un deportista que suma en su haber carreras como la Ruta de los Conquistadores, la Quebrantahuesos, varias Titan Desert, la Paris-Roudbaix o el Ultraman de Canadá; un profesional financiero que se ha convertido en referente y creador de empresas en el sector bursátil; un escritor que colecciona ya cinco libros en su bibliografía con soluciones o claves para afrontar dificultades económicas. En definitiva, todo un personaje cargado de experiencias y conocimientos que nos adentra en su mundo durante unos minutos.

Desde muy jovencito comenzó su carrera profesional en las finanzas, aspecto que ocupó la mayor parte de su tiempo durante varios años. ¿Qué le impulsó a tomar la decisión de equilibrar su día a día para poder disfrutar de aspectos externos al trabajo?

En los primeros años como trader trabajaba muchísimas horas al día y en un momento, un amigo, propietario de una importante cadena de tiendas de bicicletas, me dijo algo que me hizo pensar. Me hizo darme cuenta de que solo se vive una vez y de que nos pasamos gran parte de nuestras vidas en el trabajo, así que hay que saber encontrar tiempo también para el ocio y para descansar. Ahí nació mi idea de la fórmula de la felicidad: 8-8-8. Ocho horas para trabajar, ocho para el ocio y ocho para dormir.

En este sentido, el deporte parece que ha sido clave en su nueva filosofía de vida. ¿Considera que aficionarse y comprometerse con alguna disciplina es enriquecedor para todos, independientemente de cuál sea su edad, condición u ocupación? 

¡Claro! El deporte y sus valores nos sirven para muchos aspectos en la vida, desde lo personal a lo profesional. Es lo que siempre explico en mis conferencias. El espíritu de equipo, ser constante y trabajar para cumplir tus retos, fraccionarse los objetivos… Invito a todas las personas a entrar en el mundo del deporte. De hecho, por eso fundé Where Is The Limit?, una empresa con la que pretendemos ayudar a todo el que quiera a cumplir sus retos deportivos, por pequeños o ambiciosos que sean.

Sumergirse de lleno en el mundo triatleta le ha aportado infinitos aspectos positivos, pero seguro que también le ha supuesto algún problema. ¿Nos lo cuenta?

Esos retos deportivos siempre te hacen sufrir en algún momento. Son pruebas muy exigentes y por mucho que hayas entrenado, es imposible disfrutar de la carrera todo el rato. Claro que cuento los aspectos negativos, pero los positivos siempre los superan.

¿Cómo ha vivido participar en competiciones tan exigentes física y mentalmente como la Titan Desert, el Ultraman de Canadá o la Epic 5?

La verdad es que son experiencias muy bonitas, pero también se pasa mal. Aunque hay momentos mágicos, cuando todo fluye entre el cuerpo y la mente. Por ejemplo, de la Titan Desert recuerdo el silencio del desierto, era espectacular.

En este tipo de carreras, disputadas en lugares tan dispares, las condiciones meteorológicas son muy extremas. Como sabrá, Meteoclim es una empresa especializada en meteorología y que, además, es proveedora de alguna de estas pruebas en las que ha participado. ¿Qué importancia le da a la meteorología en los entrenamientos y en las competiciones?

Tiene mucha importancia porque puede complicar la competición de una formal brutal. Por ejemplo, en la Haute Route, una competición en las Dolomitas en la que participé este año por primera vez, el frío intenso y la lluvia a veces hacían que pedalear fuera un infierno. De hecho, una de las etapas se tuvo que cancelar por las condiciones climatológicas, ya que había riesgo de hipotermia para los participantes.

A pesar de haber conseguido prácticamente todo lo que se propone, hay un reto que parece que se le resiste: el Red Bull 7 Islands, compuesto por 7 Ironman celebrados en 7 días consecutivos por las Islas Canarias. ¿Acepta deportivamente la derrota o piensa seguir intentándolo hasta conseguirlo?

Sí, la acepto. Es importante saber aceptar las derrotas, no solo en el deporte, en todos los aspectos de la vida. En ese reto sufrí mucho desgaste y de momento lo dejo aparcado.

Tiene más de 208.000 seguidores en Twitter, más de 260.000 en Facebook y más de 86.000 en Instagram. Es un referente en diferentes campos, sus libros se han convertido en grandes ventas y todo con tan solo 37 años. ¿Cuál es la clave de su éxito?

Por un lado, soy una persona muy constante y muy metódica y eso me ayuda a ir avanzando y superándome cada vez más. Creo que es básico saber en qué eres bueno, especializarte y apostar al máximo por ello. Así es como se llega lejos. Y es importante también fijarse metas a corto plazo, fáciles de alcanzar, porque eso refuerza la confianza en uno mismo y te ayuda a crecer. Hay que saber fraccionarse los objetivos y no querer llegar demasiado rápido a algo que nos queda muy lejos.

Para terminar, ¿se siente más como un triatleta con traje y corbata o como un bróker bursátil con tatuajes?

Yo me siento bróker, es mi trabajo y mi pasión. El deporte es algo que necesito porque representa una vía de escape y me encanta, pero es más bien un hobby.

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