En verano, hay tiempo para disfrutar de nuestro entorno…¡también de las tormentas! La convección veraniega es poco común en algunas zonas de España y sobre todo caprichosa. ¿Qué distingue una tormenta en verano del resto de estaciones? ¿Por qué las tormentas son ‘caprichosas’? En esta nueva entrada del blog te describimos algunas características de las tormentas en esta estación del año. Además, te ofrecemos algunos consejos para que el tiempo atmosférico no te fastidie tu tiempo libre.
La dinámica de la atmósfera en verano
En verano, España se convierte en un lugar muy apetecible para pasar nuestras vacaciones. Tenemos una abundante riqueza natural y cultural, con lo que si sumamos el aumento del número de horas de sol en verano en Península y Baleares, directamente sentimos más ganas de pasar tiempo al aire libre, ya sea para ir a la playa, hacer deporte o pasar tiempo con nuestros seres queridos al aire libre. Sin embargo, el verano no siempre es sinónimo de calor y buen tiempo en España. De vez en cuando aparece un chubasco o tormenta inesperada que te fastidia todos los planes.
En verano, el chorro polar, un cinturón de vientos fuertes en altura que separa las masas de aire cálido y frío, circula de media a latitudes más elevadas que las de la Península. Esto implica de base que la atmósfera sea más estable, con predominio de las altas presiones procedente del anticiclón de las islas Azores, ausencia de nubosidad en general con temperaturas altas.
El mapa presentado más arriba constituye una situación típica del verano, en el que reina la estabilidad y las altas temperaturas y las zonas de inestabilidad (líneas negras finas y gruesas en forma de U) están lejos de la Península. Sin embargo, puede ocurrir que las zonas de inestabilidad se aproximen a la Península e incluso la crucen, como se puede ver en el siguiente mapa de predicción:
Este último mapa, aunque a simple vista no tenga nada de impresionante, constituye una fuente de inestabilidad muy fuerte, debido a la cantidad de energía disponible para formar tormentas debido a la fuerte insolación de la época, a la dinámica atmosférica, que favorece los ascensos de aire y por tanto la formación de tormentas (en particular, en la mitad derecha de las líneas negras en forma de U), además de factores que actúan en áreas más pequeñas.
Las tormentas son caprichosas a veces
Para entender a qué nos referimos cuando hablamos de tormentas caprichosas, debemos referirnos a una serie de factores que favorecen la formación de tormentas durante el paso de una vaguada. Las enumeramos a continuación:
- Vaguada pronunciada: Cuanto más se parece a una V en vez de una U, más dinámica es una vaguada y por tanto, más posibilidad de chubascos y tormentas intensos.
- Energía: las tormentas se alimentan de la energía disponible en el entorno. Si no hay suficiente energía disponible, no se producirán tormentas.
- Mecanismos de disparo: el aire que se ve favorecido a ascender debe superar en muchas ocasiones una cierta barrera para que se produzcan los procesos físicos que generan nubes y que éstas tengan gran desarrollo. Por ello, la orografía local o una convergencia de vientos de distintas direcciones puede favorecer mucho la formación de grandes nubes de desarrollo, ya que las convergencias de viento ayudan al aire a ascender.
- Bajas presiones: la presencia de una presión relativa baja en el seno de una vaguada acompañada de los factores mencionados anteriormente favorece aún más la génesis y desarrollo de tormentas y sistemas de tormentas fuertes, ya que una baja presión favorece el movimiento vertical del aire.
Existen ocasiones en que la dirección de movimiento e intensidad de las tormentas resulta bastante clara y fácil de intuir, si se tiene práctica, claro. Sin embargo, otras veces resulta un auténtico calvario saber qué dirección de movimiento e intensidad tomará una tormenta. Hay tormentas que toman direcciones distintas a otras (supercélulas, tormentas severas y sistemas de tormentas), y tormentas que se forman de otras tormentas. La génesis, mantenimiento y organización de la convección resulta un quebradero de cabeza para los predictores, ya que son procesos muy complejos a escala muy pequeña que los modelos meteorológicos no son capaces de reproducir del todo bien en ocasiones.
Las tormentas en verano pueden provocar serios daños: granizo grande, rachas de viento muy fuertes, abundante aparato eléctrico pueden hacer más que sólo arruinar un día de playa.
Tener un ojo echado al cielo siempre
En vista de lo caprichosa que puede ser la atmósfera en verano, te recomendamos seguir los siguientes consejos para evitar que el tiempo te fastidie tus planes y nunca te veas expuesto a ningún peligro meteorológico:
- Consulta la predicción para el lugar que vas a visitar
- Comprueba que no existen avisos meteorológicos vigentes para los días que vas a realizar la actividad
- Si no la tienes en tu móvil, descarga una app del tiempo que contenga radar meteorológico y satélite. No te olvides de consultarla a menudo. Existen multitud de opciones y la mayoría ofrecen buena información
- Si deseas estar más informado, puedes consultar la predicción probabilística a través de la web de AEMET.