Como vimos en la entrada anterior sobre el Atlas Internacional de Nubes, la palabra cirrus significa rizo de cabello, mechón de pelo o penacho de ave. Además, la palabra cumulus hace referencia a una acumulación, montón, pila, etc. Por lo tanto, las nubes cirrocumulus tienen el aspecto de un banco o capa delgada de nubes blancas y finas tipo cirrus.
Estas nubes, de manera contraria a las cirrus, se forman debido a la inestabilidad atmosférica, hecho que les da este aspecto de cúmulo. Normalmente se encuentran entre los 7 y los 12 kilómetros de altura y están constituidas por cristales de hielo, los cuales se forman de la misma manera que en el caso de las cirrus.
Vamos a ver ahora qué especies y variedades encontramos en el caso de los cirrocumulus. Para el género cirrocumulus tenemos cuatro especies: Stratiformis, Lenticulares, Castellanus y Floccus. Como ya explicamos en la entrada anterior, las especies hacen referencia a la forma de la nube o a su estructura interna y una nube clasificada en un género específico solo puede pertenecer a una especie concreta.
Además de las especies, también tenemos variedades, que hacen referencia a características especiales, tales como la disposición de los elementos macroscópicos de las nubes o su transparencia. Para el caso de los cirrocumulus son: Undulatus y Lacunosus. Como ya mencionamos anteriormente, una variedad puede ser común a varios géneros y una nube del cielo clasificada en un género específico puede poseer diferentes variedades a la vez.
Aunque estas nubes se asocian a inestabilidad atmosférica, en principio no indican cambio, a no ser que aumenten de manera considerada con el paso del tiempo. También es frecuente que estas nubes aparezcan por causa de corrientes en chorro en altura (jet stream).