Ser o no ser… spin-off. Episodio 2

Mi último post acababa preguntando si es fácil poner en marcha una spin-off. Me gustaría poder decir que sí, que son todo facilidades, pero por desgracia en nuestro caso no fue así.

De memoria no recuerdo cuándo empezamos a pensar en poner en marcha el proyecto, pero por suerte mi correo de gmail sí que se acuerda. A mediados del año 2010 ya tengo correos planificando reuniones para hablar del tema y fue en septiembre de ese mismo año cuando nos pusimos a trabajar seriamente en ello. Desde ese momento hasta tener todo en orden para ir a firmar al notario, pasaron aproximadamente 14 meses. Sí, más de un año de reuniones, papeleos y discusiones.

La inexperiencia hace que todo se magnifique y se complique. Como cualquier otra aventura empresarial, lo primero es redactar un buen plan de empresa que refleje todos los puntos claves del proyecto. En nuestro caso se convirtió en un documento de más de 50 páginas con muchos de sus apartados rellenados con paja. Ahora visto desde atrás, me hubiese gustado tener cerca a alguien que me dijera que el plan de empresa es un documento vivo y flexible y que sobre todo tiene una estructura variable. Y más todavía me hubiera gustado que alguien me hablara del modelo Canvas, por ejemplo. Una manera de tener un plan de empresa en base a pósits donde respondes preguntas entendibles y sencillas. Si consigues tener un buen Canvas, redactar un plan de empresa “tradicional” es mucho más fácil.

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Por supuesto, y esa es la parte que más entiendo, toda la documentación tiene que tener el visto bueno de la Universidad, por eso somos spin-off. Lo que no entendí y ahora entiendo mucho menos es que hubiera temas tan “sencillos” como las participaciones y la inversión, que supusieron un auténtico rompecabezas. Con los conocimientos que tengo actualmente, soy capaz de saber de qué manera ha de crearse una empresa cuando se tiene un inversor que valora el know-how del equipo promotor. Seis meses aproximadamente estuvimos hablando sobre el tema. En aquel momento se oía a diario empresas que recibían inversiones grandes a cambio de un porcentaje de la empresa utilizando primas de emisión y en nuestro caso parecía que no era factible. Llegué a pensar que nos estaban poniendo palos en las ruedas…

Carlos Alonso

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