El mundo meteorológico siempre ha suscitado mucho interés entre la población por la extrañeza de sus fenómenos, en ocasiones producidos por causas aparentemente inexplicables. Estamos acostumbrados a escuchar en los medios de comunicación cómo algunos sucesos ocurren en lugares recónditos del mundo, a ver vídeos que parecen sacados de una película o, incluso, a mirar al cielo y observar algo tan inusual que nuestra imaginación no alcanza. “Sangre” cayendo sobre las calles, fuego girando en bucle, satélites azules, grandes “criaturas” del agua o una triple estrella solar. Estos cinco sucesos son los que pasamos a explicar de manera científica a continuación. Que no cunda el pánico, no estamos ante el Apocalipsis.
Lluvia de sangre
Es un término utilizado para describir el tipo de lluvia que contiene arena del desierto y que cae con un color rojizo que simula el tono tan característico de la sangre. Las partículas de arena suspendidas en el aire son arrastradas hacia al suelo por las gotas de lluvia que caen durante las tormentas y de esta manera se constituye el fenómeno que, al secarse, deja una capa de polvo muy fina sobre la superficie. Es más común en las zonas del Sahara o en el sur de Europa, aunque fue en el estado de Kerala, al suroeste de la India, cuando en 2001 se produjo uno de los sucesos más significativos en torno a este fenómeno.
En sus orígenes, se consideraba que esta lluvia contenía sangre de verdad y que cuando ocurría auguraba un mal presagio. Desde estos primeros registros que se remontan a la Ilíada de Homero (siglo VIII a.C.), donde se hacía referencia al fenómeno, muchos han sido los intentos de explicar racionalmente este hecho pero no fue hasta el siglo XIX cuando pudo darse un motivo científico.
Remolinos de fuego
Este fenómeno, también conocido como tornado de fuego, es una columna vertical compuesta por fuego que adquiere vorticidad al combinarse calor ascendente muy intenso y viento turbulento. La mayor parte de las ocasiones, estos remolinos se producen en zonas afectadas por incendios forestales y tienen una altura de entre 10 y 50 metros. Aunque lo más común es que duren apenas unos minutos, se muevan con lentitud y no lleguen a constituir un tornado, en casos extremos pueden alcanzar los 300 metros de longitud vertical, generar vientos de hasta 160 kilómetros por hora y ocasionar grandes destrozos.
Existen varios casos famosos en los que los remolinos de fuego adquirieron características notables (en Japón en 1923, en California en 1926, etc.), pero quizás los más recordados sean los acontecidos durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania, donde bombardeos militares desencadenaron este fenómeno.
Luna azul
Este término, traducido del inglés blue moon, hace referencia a una sucesión de dos lunas llenas ocurridas dentro de un mismo mes del calendario gregoriano, usado en Occidente, algo que tan solo ocurre una vez cada tres años. Esto es posible debido a que el ciclo lunar, de aproximadamente 29,5 días, puede comenzar el primer o segundo día del mes y repetirse el último, lo que permite que podamos disfrutar de dos lunas llenas en 31 días; la segunda de ellas, considerada luna azul.
Su difusión es relativamente nueva; fue en 1999 cuando se produjo este hecho en dos ocasiones, lo que alertó a los medios de comunicación y contribuyó a la popularización del fenómeno. Aunque es conocida como la luna azul, en realidad para que podamos apreciar este color, es necesaria la existencia de humo y nubes de cenizas que, al atravesar el satélite, proyectan la nueva tonalidad.
Tromba marina
También conocido como manga de agua, este fenómeno consiste en un torbellino o intenso vórtice que se produce sobre una superficie de agua, generalmente marina u oceánica. El movimiento circular a gran velocidad del aire provoca que ascienda agua y que el torbellino sea líquido en su parte inferior y nuboso en la superior. Existen dos tipos de trombas marinas: tornádicas y no tornádicas, en función de si su magnitud alcanza la intensidad de este otro fenómeno.
Aunque en principio pueden producirse sobre cualquier superficie acuosa, el lago de Maracaibo en Venezuela es conocido por protagonizar sucesos de este tipo con bastante asiduidad, llegando incluso en alguna ocasión a presentar conjuntos de tres trombas marinas, algo muy inusual a nivel mundial.
Los tres Soles
Es un efecto óptico, considerado fenómeno astronómico, que consiste en una visión triple del astro solar. Los tres Soles aparecen como consecuencia del reflejo de los rayos solares en las pequeñas partículas de hielo situadas en el interior de las nubes, lo que constituye el efecto llamado parhelio. Aunque parece un fenómeno muy extraño, se produce más veces de las que creemos, lo que no significa que lo veamos, debido a que se suele evitar mirar fijamente al Sol, por lo que pasa desapercibido ante nuestros ojos.
Los tres Soles pueden producirse en cualquier parte del mundo y los dos reflejos del astro principal normalmente se presentan de manera alineada al mismo, uno a cada lado y a una distancia aproximada de 22º, aunque también pueden observarse más juntos o en posiciones ligeramente variables.
