La incertidumbre meteorológica

¿Va a llover o va a hacer sol? ¿ Seguro que me puedo ir de excursión por la montaña o al mar? ¿Debo cubrir los cultivos por si se produce helada? ¿Puedo salir a navegar sin problema? La respuesta a este tipo de preguntas es abrir la caja de Pandora de los predictores y meteorólogos ya que, en términos estrictos, jamás existió, existe, ni existirá la predicción perfecta. ¿Por qué no existe la predicción perfecta? Te lo explicamos en esta nueva entrada del blog, respondiendo a cuatro posibles preguntas cotidianas relacionadas con la previsión del tiempo.

Cuatro preguntas cotidianas

Las preguntas que hemos formulado en la introducción de esta entrada engloban una infinidad de situaciones posibles en las que incluso los meteorólogos nos vemos afectados a veces. Intentaremos responder a algunas de ellas sacando a la luz algunos detalles de actualidad en la predicción meteorológica.

¿Lloverá o hará sol?

La respuesta más fácil que un meteorólogo os puede dar a esta pregunta es muy sencilla: «No tengo ni idea. Puede que llueva, puede que haga sol, o puede que haga las dos cosas». Puede parecer que la respuesta no sea una respuesta, pero lo cierto es que existe un amplio abanico de situaciones meteorológicas que se materializan en este tipo de respuestas. Es el propio caos atmosférico el que provoca que las respuestas a esta pregunta no sean claras, o nunca mejor dicho, tan «caóticas».

El concepto de caos en la atmósfera surge dentro de la propia comunidad científica. Los modelos numéricos de predicción del tiempo tienen mayor valor o calidad cuando a éstos se les altera ligeramente las condiciones iniciales en las que se ejecutan. Sin embargo, esto provoca que, a medida que los cálculos se van realizando para diferentes condiciones alteradas, las predicciones a mayor plazo temporal sean cada vez más diferentes, lo cual provoca un ‘caos’ de situaciones meteorológicas y una disminución de la confianza en la predicción.

En Meteoclim generamos nuestras propias predicciones probabilísticas para evaluar el grado de confianza de nuestras predicciones. Esto nos permite determinar qué zonas merecen más atención a la hora de elaborar las predicciones.

¿Seguro que me puedo ir de excursión o al mar?

En meteorología no siempre es posible dar suficiente seguridad sobre una predicción. Hay situaciones meteorológicas que son más fáciles de predecir (anticiclones) y otras que son más difíciles de predecir (borrascas). Se puede tener el concepto de que los grandes avances tecnológicos de hoy en día hacen que nuestra vida sea tan fácil como para darnos seguridad absoluta en la previsión del tiempo. Este argumento es incorrecto. Sí es cierto que las predicciones meteorológicas han mejorado sustancialmente gracias a los avances tecnológicos y científicos, pero aún así, el intervalo de confianza que ofrecen no permiten satisfacer todas las necesidades de la sociedad.

Las personas están de cada vez más interesadas en conocer el tiempo con mayor precisión. Anteriormente probablemente sólo deseáramos saber si llovería un día en concreto en una zona muy amplia. Hoy en día quizá desearíamos saber si lloverá, por ejemplo, mañana a las 13.30 horas en una determinada calle.

Para ayudar a satisfacer las necesidades más específicas, en Meteoclim hemos desarrollado un producto que ayuda a predecir en muy corto plazo de tiempo dónde, cuándo y cómo va a llover en un determinado instante de tiempo. La predicción a corto plazo del movimiento e intensidad de las precipitaciones se denomina nowcasting de radar. Fuente: Smartweather de Meteoclim

Los modelos de predicción meteorológica no son perfectos, a pesar de las múltiples y sustanciales mejoras que se han realizado a lo largo de las últimas décadas. La representación de la atmósfera es imperfecta en los cálculos, ya que es necesario dividir el espacio y el tiempo en pequeñas porciones para poder llevar a cabo las predicciones. Además de este factor, existen diversas fuentes de error que provocan que estos modelos sean limitados (capacidad de cálculo, errores sistemáticos, errores en las observaciones, errores computacionales,…)

¿Debo cubrir los cultivos por si se produce helada?

Esta pregunta engloba un amplio abanico de situaciones posibles para el sector de la agricultura, ganadería y en general para cualquier negocio que dependa muy fuertemente de las condiciones meteorológicas. En particular, los cultivos sufren mucho las condiciones de tiempo extremo y desde el sector de la agricultura también se traslada la necesidad de disponer de predicciones de cada vez más precisas, sobre todo los eventos extremos: tormentas muy fuertes, sequías de larga duración, olas de calor, inundaciones repentinas…

El caos en la atmósfera es un problema que en la comunidad científica se ha abordado introduciendo el concepto de probabilidad e incertidumbre en las predicciones. Muchos estudios demuestran que la visión probabilística en la predicción meteorológica, además de las mejoras computacionales, mejora notablemente la calidad y la habilidad de los modelos numéricos para predecir el tiempo y cada vez con mayor precisión y a mayor plazo temporal.

En esta gráfica se representa la serie del parámetro de verificación de los modelos meteorológicos utilizados en el Centro Europeo de Predicción a Plazo Medio (CEPPM). El cálculo de este parámetro permite medir la confianza en las predicciones. Se puede observar que las predicciones a 3 días (azul), 5 días (rojo), 7 días (verde) y 10 días (amarillo) aumentan su grado de fiabilidad. Sobre todo cabe destacar el notable aumento en la fiabilidad de las predicciones a 7 y 10 días, con un incremento de aproximadamente un 20% en la fiabilidad en 15 años. Fuente: CEPPM

¿Puedo salir a navegar sin problema?

La atmósfera y el mar están íntimamente relacionados, es decir, que algunos procesos físicos que se desarrollan en la atmósfera dependen del océano (y de otros sistemas terrestres). La predicción meteorológica está íntimamente relacionada con la predicción marítima y esto también se traduce en incertidumbres en la predicción.

Para conseguir una predicción perfecta, sería necesario, entre otros factores, obtener un modelo que fuera capaz de obtener toda la información del tiempo en cualquier punto de la Tierra y en cualquier instante de tiempo, por muy pequeño que sea. Esto implicaría, entre otras cosas, realizar los cálculos de tal manera que el espacio y el tiempo se dividan en trocitos infinitamente pequeños. Desafortunadamente, no existen las capacidades computacionales para que esto ocurra, lo cual ya introduce de base una gran limitación en la predicción meteorológica.

Referencias

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