Felisa Martín Bravo, física y meteoróloga

Felisa Martín Bravo, física y meteoróloga

Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia hoy queremos presentaros y contaros la historia de Felisa Martín Bravo, quién fue la primera doctora en física de España y la primera meteoróloga del Servicio Estatal de Meteorología.
Felisa Martín Bravo (1898-1979),
física y meteoróloga.

Felisa Martín Bravo, donostiarra nacida el 11 de junio de 1898 en San Sebastián. Cursó sus estudios secundarios en el Instituto General y Técnico de Gipuzkoa y con 20 años empezó sus estudios universitarios de Ciencias Físicas en la Universidad Central, en Madrid.

Universitaria y trabajadora

Durante sus estudios universitarios también trabajaba dando clases en el Departamento de Ciencias del Instituto Escuela, centro dependiente de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE). El Instituto Escuela era dónde trabajaban becarias que, después, serían profesoras de magisterio secundario. Sin duda, Felisa no tenía claro su futuro en la ciencia y por ello preparaba una carrera profesional alternativa.

Felisa se licenció en Ciencias Físicas, en 1922 y se incorporó al Laboratorio de Investigaciones Físicas (LIF) bajo el mando del físico Julio Palacios (1891-1970). Fue entonces cuando inició sus estudios con rayos X, caracterizando la estructura de los óxidos de níquel y cobalto y del sulfuro de plomo. Este trabajo fue la base de la tesis que defendió en 1926 y que aprobó con la calificación de sobresaliente. Felisa se convirtió así en la primera mujer en obtener el título de doctora en física y con ello publicó su primer artículo: “Determinación de la estructura cristalina del óxido de níquel, del óxido de cobalto y el sulfuro de plomo”. -¿Qué tiene esto que ver con la meteorología? Ahora vamos… –

La meteoróloga

Tras viajar a EE.UU., con una beca de la JAE para enseñar Lengua Castellana y lecciones de Física, volvió a España en 1931. Entonces reactivó su carrera científica accediendo al Servicio Estatal de Meteorología como ayudante. Así se convirtió en la primera mujer en acceder al servicio, y la única hasta 1935. Mientras trabajaba de ayudante en el servicio de meteorología, continuó con su labor investigadora en el Instituto de Física y Química de la Universidad de Madrid gracias una beca de la Cátedra Cajal, en la misma línea que su doctorado.

En 1932 solicitó una beca JAE para ampliar sus estudios de rayos X en Cambridge (Inglaterra), donde también trabajaba su marido. Allí es donde profundizó en las ciencias atmosféricas y en especial, por petición del Servicio Estatal de Meteorología, en los sondeos atmosféricos. Durante esta estancia Felisa fue tutorizada por una autoridad mundial en la electricidad atmosférica. Aunque pidió una ampliación de su beca para continuar en Cambridge, fue denegada. En 1934 se reincorporó al Servicio Estatal de Meteorología.

La Guerra Civil afecta a su carrera como investigadora

Entonces España se dividió en dos bandos por la guerra, lo mismo pasó con el Servicio Estatal de Meteorología. Felisa continuó trabajando en el bando republicano hasta que éste se trasladó a Valencia. No se presentó en su puesto, quedándose en Madrid, y esto supuso su expulsión inmediata.

Durante la guerra, los observatorios meteorológicos fueron puntos estratégicos de comunicación. Por ello, en noviembre de 1937, ante la marcha del militar que dirigía el observatorio de Igeldo (Donostia) se decidió nombrar a un civil para dirigirlo. Felisa se convirtió entonces en la «directora accidental» del observatorio. -Hay que notar que accidental hacía referencia a que en condiciones «normales» ella no hubiera sido candidata a un puesto semejante.- En 1940 Felisa cedió el cargo y se dedicó el resto de su estancia en aquel observatorio al estudio de las galernas1.

Vida de postguerra

Al volver a Madrid con su marido, se reincorporó al nuevo Servicio Meteorológico Nacional, no sin someterse antes a un expediente de responsabilidades, por haber permanecido en la zona republicana. Felisa Martín fue la única mujer que trabajó en la entidad hasta 1960 y una de las pocas personas que no tenía cargo militar. Comenzó como ayudante -de nuevo- y pasó a ser meteoróloga de la Agencia Estatal de Meteorología, centrándose en el estudio de la electricidad atmosférica. Durante 1943 y 1954 escribió varios artículos con los resultados de sus investigaciones. Felisa, trabajó en el servicio de meteorología hasta su jubilación.

Felisa Martín Bravo 1943
Funcionarios ingresados en el cuerpo de Meteorólogos en 1943 posan junto con sus profesores y jefes. Una sola mujer entre tantos hombres uniformados: Felisa Martín Bravo. Fuente: AEMET

La primera doctora en Física del estado y meteoróloga, Felisa Martín Bravo falleció en 1979.

Corolario

El proceso de formación de los científicos es largo y complicado y, siendo mujer en esa época, Felisa debió de ocuparse de otras responsabilidades como el matrimonio o la familia, de los que sabemos poco o nada. Además, las mujeres investigadoras debían alternar sus trabajos con cátedras de instituto u otras tareas. Y para colmo, los méritos profesionales de Felisa no le garantizaban, siendo mujer, que pudiese desarrollar y completar su carrera, a diferencia de lo que ocurría con sus colegas hombres.

Era una profesional e investigadora trabajadora, aplicada en su labor, avanzada en su tiempo y que tuvo que superar muchos obstáculos para seguir adelante.

Aquella mujer que fue la primera de muchas merece ser recordada más allá de estas simples líneas.

Uxune Martinez Mazaga en mujeresconciencia.com

Felisa Martín Bravo fue pionera. Pero hoy en día seguimos luchando.


Desde de Meteoclim os deseamos un feliz Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia y una vida llena de fuerza para conseguir todo lo que deseéis.


1 Galerna: temporal borrascoso con ráfagas de viento y lluvia que agita peligrosamente las aguas de la costa cantábrica.

Fuentes

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